Este apartamento de 71 m² espacioso y bien pensado, basa su paleta de colores en el blanco y negro, donde los elementos decorativos cobran un papel importante poniendo los toques de originalidad, rompiendo la monotonía y aportando un impacto visual que aporta un estilo moderno y elegante al mismo tiempo.
El salón es un espacio amplio y luminoso que, con un blanco puro ha jugado con detalles decorativos que además de potenciar la luz, aportan un toque de color y originalidad.
Los espejos utilizados de forma repetitiva pero en distintos tamaños y diseños, son una opción perfecta para una pared desnuda que cobra un papel importante con esta combinación.
La visión general de este espacio nos muestra como, de nuevo, menos es más. La sencillez es la clave del buen gusto 😉
Frente al salón encontramos el acceso a una gran cocina en blanco y negro, de líneas modernas y sencillas con gran cantidad de almacenaje, donde también se ha ubicado la zona de comedor, siguiendo una estética sencilla y actual, acorde con el resto de la estancia.
Pequeños detalles como unas bonitas fotografías en blanco y negro y unas flores naturales son la clave de esos «ambientes cuidados» que tanto nos gusta 😉
Una puerta en el salón…
… nos da acceso a la zona de noche… el dormitorio!
El dormitorio es un espacio que sigue una estética basada en la sencillez, luminosidad y combinación de blanco y negro. Una estructura de cama gris y los libros son los encargados de llenar de color este espacio, sobre un blanco que inunda la habitación.
Gran almacenamiento con armarios que van de suelo a techo, acabado con lacado en brillo, lo que aporta todavía más luminosidad al ambiente. La alfombra de piel pone un toque glam y de color en este lado del dormitorio.
Como os decía, este apartamento es un ejemplo más de que menos es más. No hay necesidad de abusar de colores ni accesorios, más bien… todo lo contrario, si lo que queremos es conseguir un espacio luminoso, elegante y funcional.
Os gusta este estilo de decoración?
MariAngel